A menudo, a los que nos gustan los trapitos, las telas, los tejidos y demás nos da por pasearnos por las tiendas de retales más variopintas en las que con suerte encontramos alguna pieza que nos está llamando cual luz de neón. Sin saber por que, ni para que la compramos y la olvidamos. Hasta que un buen día nos da por cortar, coser y cantar. Sin patrón, sin diseño, sin medidas, sin nada de nada. Sólo ese gusanito que tenemos dentro sabe el porque. Pero la cuestión es que al rato empezamos a dar forma a trapitos que dicen más de nosotros que cualquier prenda que podamos comprar. Así, una buena tarde cualquiera me dio por tirar lineas paralelas.
Otro buen día, te da por tejer, tejer y tejer, y sin saber como saber como acabar con la nota de color perfecta para romper con tanta linea paralela
No hay comentarios:
Publicar un comentario